miércoles, 4 de marzo de 2009

MUECAS DE ABUELOS


Mi amiga Julia creció oyendo constantemente un refrán muy conocido: “HIJOS DE MIS HIJAS MIS NIETOS SON, HIJOS DE MIS HIJOS YO NO SE SI SON”. Para su desgracia ella, que se crió con su abuela, pertenecía al segundo grupo. Este simple detalle era la razón por la que los golpes, los quehaceres del hogar y los castigos caían con una velocidad vertiginosamente sobre su cabeza. Las diferencias en el trato de todas las niñas eran muy evidentes y ese sentimiento creció con Julia y a medida que pasaban los años esa herida seria tal como un tatuaje, permanente.

En su lecho de muerte su abuela le pidió perdón, no se si la perdono pero todavía hoy llora al recordar lo vivido.

Fuera de esto, no tuvo nada más. Su abuela solo se encargo de criarla a mano dura, con mucha disciplina y creo que hasta crueldad. Nunca vivió aquella etapa maravillosa donde nuestros abuelitos se encargan de hacernos muecas y consentirnos. Nada de amor, nada de complicidad afectuosa, solo una carga extra en su ya difícil camino.

Afortunadamente los abuelos, al igual que los tíos, tenemos (me incluyo), en la vida de los niños, roles muy definidos. El principal es: CONSENTIRLOS. Equivocadamente se cree que los abuelos son parte de su crianza y que están llamados a poner disciplina y rigidez en sus vidas, para mi nada mas alejado de la realidad. Los abuelos no están para criar hijos ajenos, ya cumplieron ese rol y están pagos.

Mi hija de 5 años, ante su impotencia para hacer que yo comprara algo que ella deseaba me dijo jocosamente: - Llama a Papa (su abuelo), el resuelve todos mis problemas.

Gi

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